La noche de acampada
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La noche de acampada
Título: La noche de acampada
Género: Terror, Suspense, Gore, Sangre, Intriga
Autor: re4re5
Comentarios aquí
Capítulo 1 – 11:28
-¡Aaaaajá! – exclamó Javi. Volvió a ganar. Era la octava vez que lo hacía. Estaba harto de que ganara. Se creía superior a los demás, cuando sólo era un niñato estúpido. Desde la primera vez que lo vi, supe que no me caería bien.
-¡¿Qué pasa?! ¡¿No admites que sea más bueno que tú?! – me dijo con una mirada desafiante.
-Suerte. Eso es lo que has tenido.
-¿¿Suerte?? Jajajajaja… no me hagas reír. No sabes perder. – hizo una mueca y se marchó de la tienda. Si antes me caía mal, ahora deseaba matarlo. Y lo haría. Y tanto que lo haría. Mientras pensaba en ello, llegó “él” con su pandillita:
-¿Qué pasa, pringao? ¿Has vuelto a perder? – me dijo Jesús, otro niñato de mierda. Me levanté, me dijeron cuatro cosas y se fueron corriendo. Salí de la tienda y…
-¡JAJAJA! – David, otro niñato de aquellos. Me había… me había… tirado un huevo a la camisa. Y por lo que pude comprobar, era uno de esos que llaman “podrido”. Cogí una pequeña piedra del suelo:
-¿Qué pasa? ¿No os atrevéis a salir? ¡COBARDES! – empezaron a aparecer uno detrás de otro. Primero David, Jesús y, por último (cómo no), Javi. No me lo pensé, y lancé la piedra con todas mis fuerzas. La piedra se dirigió a la cabeza de David. Si éste no hubiese movido la cabeza, la piedra no habría reventado el labio de Jesús. Se puso a llorar. Pero no lo hacía de dolor, sino porque en ese momento un monitor pasaba por allí… Me llevó a su “despacho”, una tienda de campaña más grande que las demás, provista de sillas y una cutre mesa, y me dijo que llamaría a mi padre. En ese momento, el odio y la rabia me invadieron… allí estaban los tres, en la “ventana” con un folio en el que pude leer… “T emos ganao, perdedr”.
-¡Y espero que sea la última vez, o no volverás a ir! – mi padre. Me había dado dos bofetadas y me había dicho que cogiera lo necesario para volver al campamento. Esa misma mañana, después de partirle el labio a Jesús, el monitor (y encima, director) llamó a mi padre y le dijo que viniera a buscarme para hablarlo de padre a hijo. Bueno, eso de padre… ojalá estuviese el mío. Papá… te echo de menos.
Bajé a la clínica -mi padre tenía una clínica veterinaria y encima de ella vivíamos él, mi madre y yo-. Encendí las luces y no tuve que buscar mucho. Lo vi al momento: “Vacuna letal. Usar sólo si el mamífero a tratar no tiene posibilidad de vivir y sufre. NO INGERIR”. También “pedí prestada” una jeringa con su aguja, por si las moscas.
Esta noche lo haré. Esta noche me vengaré…
Género: Terror, Suspense, Gore, Sangre, Intriga
Autor: re4re5
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Capítulo 1 – 11:28
-¡Aaaaajá! – exclamó Javi. Volvió a ganar. Era la octava vez que lo hacía. Estaba harto de que ganara. Se creía superior a los demás, cuando sólo era un niñato estúpido. Desde la primera vez que lo vi, supe que no me caería bien.
-¡¿Qué pasa?! ¡¿No admites que sea más bueno que tú?! – me dijo con una mirada desafiante.
-Suerte. Eso es lo que has tenido.
-¿¿Suerte?? Jajajajaja… no me hagas reír. No sabes perder. – hizo una mueca y se marchó de la tienda. Si antes me caía mal, ahora deseaba matarlo. Y lo haría. Y tanto que lo haría. Mientras pensaba en ello, llegó “él” con su pandillita:
-¿Qué pasa, pringao? ¿Has vuelto a perder? – me dijo Jesús, otro niñato de mierda. Me levanté, me dijeron cuatro cosas y se fueron corriendo. Salí de la tienda y…
-¡JAJAJA! – David, otro niñato de aquellos. Me había… me había… tirado un huevo a la camisa. Y por lo que pude comprobar, era uno de esos que llaman “podrido”. Cogí una pequeña piedra del suelo:
-¿Qué pasa? ¿No os atrevéis a salir? ¡COBARDES! – empezaron a aparecer uno detrás de otro. Primero David, Jesús y, por último (cómo no), Javi. No me lo pensé, y lancé la piedra con todas mis fuerzas. La piedra se dirigió a la cabeza de David. Si éste no hubiese movido la cabeza, la piedra no habría reventado el labio de Jesús. Se puso a llorar. Pero no lo hacía de dolor, sino porque en ese momento un monitor pasaba por allí… Me llevó a su “despacho”, una tienda de campaña más grande que las demás, provista de sillas y una cutre mesa, y me dijo que llamaría a mi padre. En ese momento, el odio y la rabia me invadieron… allí estaban los tres, en la “ventana” con un folio en el que pude leer… “T emos ganao, perdedr”.
-¡Y espero que sea la última vez, o no volverás a ir! – mi padre. Me había dado dos bofetadas y me había dicho que cogiera lo necesario para volver al campamento. Esa misma mañana, después de partirle el labio a Jesús, el monitor (y encima, director) llamó a mi padre y le dijo que viniera a buscarme para hablarlo de padre a hijo. Bueno, eso de padre… ojalá estuviese el mío. Papá… te echo de menos.
Bajé a la clínica -mi padre tenía una clínica veterinaria y encima de ella vivíamos él, mi madre y yo-. Encendí las luces y no tuve que buscar mucho. Lo vi al momento: “Vacuna letal. Usar sólo si el mamífero a tratar no tiene posibilidad de vivir y sufre. NO INGERIR”. También “pedí prestada” una jeringa con su aguja, por si las moscas.
Esta noche lo haré. Esta noche me vengaré…
re4re5- Cuentacuentos
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Fecha de inscripción : 07/09/2009
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